martes, 12 de agosto de 2008

MENÚ A LA CARTA


Ya son seis días sin saber nada de ti. Imagino tal y como lo habías planificado estarás haciendo el Camino de Santiago, prometiste llamarme cosa que no has hecho y estoy completamente segura que tú móvil ha marcado otros números, soy consciente del lugar que ocupo en tu mesa. Dices ser el perfecto comensal que da a cada plato la importancia que le corresponde y según este tu criterio siempre has dicho ser yo el primer plato, sin duda el más relevante para muchos, no para mi que analizo como y cuales pueden ser tus apetencias en según que momento.No dudo ser el primer plato ni lo importante que dices soy en tu vida, pero a veces, ultima mente muchas, te sientes plenamente satisfecho con los entrantes y no precisas de primeros ni segundos, incluso pasas del postre, y el tiempo de sobremesa que deberías dedicar a quienes te han acompañado en la mesa sin pedirte nada, incluso sintiendo hambre han respetado tu decisión de hacerles o no partícipes en la degustación. Con qué facilidad has olvidado ese primer plato de guiso casero, sencillo, sí, pero hecho con amor, dejándote deslumbrar por la gula de vistosos entrantes por los cuales no te importa pagar y no hablo de dinero, sí en dedicación, desplazamientos y otras cosas que prefiero omitir por ser parte interesada. Sé el tiempo me dará la razón de lo que ahora percibo y tú ocultas. Eres egoísta no percatándote que hay mucha gente en el mundo que no tiene nada que llevarse a la boca, de ahí que pese a tú estar empachado por esa saturación de entrantes, primero, segundo y postre no quieras con la excusa "del no puedo" prescindir de alguno de éstos queriéndolo todo para ti. No sirve tener siempre a mano la decisión de optar según el día de la semana por uno u otro, sabedor que ninguno te va a ser negado. Piensa, por favor, piensa que cuando precises volver a ese sencillo y único guiso casero, el mismo se halla cansado preguntándose ¿para que tantas horas de dedicación y esmero por satisfacerte si posiblemente retorne a la cocina sin ser catado? Popularmente se dice: Nadie quiere ser plato de segunda mesa y yo digo: La prioridad que se da a la mesa carece de importancia, lo importante es en la misma, sea cual sea ésta, se comparta equitativamente todo cuanto hay sobre la misma sin elecciones privilegiadas como es la de saciarse uno primero y cual ley del embudo no permitir de lo que consideramos "sobras" coman los demás.

No hay comentarios:

 
ir arriba