Como duele comprobar lo difícil que resulta medir las acciones de los demás con el mismo rasero que solemos medir las nuestras. Trato siempre y digo trato, porque no tengo la certeza de conseguirlo, de ponerme siempre en el lugar de los demás, entender el por qué de sus hechos y las consecuencias que éstos tienen en mi persona y reiteradamente los míos parecen no ser entendidos, los razono, los comento, doy mil argumentos sin resultado alguno.
Algo así me ha sucedido hoy, me siento mal, muy mal y como no tengo a quien contarlo de nuevo lo escribo. Sin duda una forma como otra cualquiera de sacarlo al exterior para no sentir ese desagradable nudo interno que me oprime y desasosiega.
Me cito con alguien que considero AMIGO, sabiendo de antemano que me había mentido días antes. No pregunto nada, me limito a escuchar, todo cuanto dice sobre las mentiras de días anteriores. Son de difícil entendimiento además de dolorosas viniendo de alguien que demanda siempre mi sinceridad así como mi plena dedicación hacia su persona, algo que hago gustosa ya que para mi la AMISTAD es y debe ser incondicional intentando estar siempre al lado de quien te necesita máxime en los malos momentos.
Finalizada la conversación, suena mi móvil, atiendo el mismo, es otro amigo que tiene problemas graves con su pareja y me pide por favor intervenga llamando a ésta para ver si hay forma de solucionar los momentos que están pasando. Después de indicarme cuando y donde debo llamarla nos despedimos y cuelgo. Comento a mi AMIGO las razones de la llamada y como única respuesta obtengo:
Me marcho para casa, ya nos veremos. Pregunto ¿Te ocurre algo? Te veo enfadado a lo que responde: ¿Cómo estarías tú? Quedo para hablar contigo y en vez de colgar a quien te ha llamado hablas sin tener en cuenta que soy yo quien está contigo. Pido perdón, razono quien me llamó está en apuros y me pide le eche una mano. No entiende, el cabreo se aumenta, prefiero no decir nada pues me cuesta entender que alguien que demanda plena libertad de acción para sí, condicione la misma a los demás, en este caso...a mi.
No quiero ni debo escribir más, sería extenso reflejar los pequeños detalles que para mi son muy importantes por ello finalizo con una pregunta dirigida a nadie:
¿Si cuando precisamos ayuda nos gusta se nos preste la misma, por qué no entendemos de igual modo se debe prestar ésta a otros que igualmente la necesitan?
2 comentarios:
Querida Orquídea,
He leído el suceso que has narrado y entiendo que sea una situación incómoda para ti. Tú ya estabas cediendo (dejando a un lado las mentiras contadas por tu AMIGO) y lo mínimo que esperabas era una comprensión por su parte cuando otra persona te pide ayuda.
Antes de responder a la pregunta que lanzas al finalizar tu escrito, me gustaría exponerte unos conocimientos que aprendí hace ya tiempo un día de clase.
La Inteligencia emocional
Ésta describe que hay diferentes maneras de hacer las cosas: unas agresivas, las otras asertivas y las otras pasivas; siendo las agresivas y las pasivas las incorrectas y las asertivas, las correctas.
En la situación ocurrida hoy, ¿cuál hubiera sido una respuesta asertiva por tu parte? Responder a una llamada y ofrecer ayuda a un amigo ya ha sido una respuesta asertiva.
El decir: "Me está llamando un amigo, un segundo. [Coger y después de hablar colgar]. Era un amigo, que ahora precisa de mi ayuda. Como estoy contigo, le llamaré después cuando nos despidamos".
El que tu amigo viera que tu actuación fuera seguir hablando y "dejarlo de lado" le hizo sentir incómodo. Y como he dicho, hay 3 clases de actuaciones. Él actúo de manera agresiva, levantándose y preparándose para irse.
No todos entenderán la manera de actuar que tenemos y las prioridades que tenemos en la vida.
Ante un fenómeno, cualquier persona reacciona de un modo distinto (como has explicado en la introducción de tu escrito). El uso del móvil ha comportado que las personas al comprárnoslo tengamos que medir el uso que haremos de él.
Tu acción fue contestar a una llamada de un amigo, pues valoras el carácter de la urgencia. Si la llamada es urgente puedes verbalizar: "Perdona por la interrumpción, era un amigo que tenía un problema urgente. Ya estoy contigo de nuevo".
No puedes imponerle la obligación de que entienda tu forma de actuar, pero si puedes expresarle los motivos y decirle que le dedicas X tiempo porque ambos queréis y una llamada de emergencia pueda interrumpir siempre el encuentro, sin que ninguno de los dos lo hagáis predeterminado. Así que, tú eres inocente en esta situación.
La mayoría de la gente hubiera entendido la reacción porque en una quedada con un amigo, que suene el teléfono es algo muy muy frecuente en días de hoy... Un amigo te lo permitirá porque mañana le puede ocurrir a él. Y un amigo siempre es comprensivo.
Orquidea, después de este largo escrito finalizo respondiendo a tu pregunta y diciendo que para entender algo, hay que estar predispuesto a entenderlo y para ello hay que abandonar el egoísmo de "mis necesidades" y fijarse en los demás.
Obviamente tu AMIGO no ha abandonado su parcela para ponerse en el lugar de los demás, ni en el tuyo.
Te aconsejaría que hablaras la situación, pero no dejas que las actuaciones de los demás te afecten. Tú has actuado asertivamente. El comportamiento de tu amigo ha hablado más de cómo es TU AMIGO de como eres tú.
Espero haber aportado un poco de escucha y consejo hacia tus preocupaciones diarias.
Con afecto,
Sr. SER
Sr.SER:
A tu ámplio, amable e instructivo comentario, algo muy escueto pero sentido de corazón:GRACIAS
Orquídea.
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