domingo, 24 de mayo de 2009

AHORRO O MUERTE


Gusto de leer al columnista Sr. Manuel Alcántara y precisamente hoy su opinión está basada en el título de esta entrada y opina lo siguiente:
El Gobierno cubano ha lanzado un slogan que puede ser válido para muchos otros países.. Los cubanos están más habituados a afrontar la recesión económica y no les pilla de sorpresa " AHORRO O MUERTE" es la propuesta que se les hace a los habitantes del país más alegre y valiente del ancho mundo (debo apuntillar en esto no estoy de pleno acuerdo con el Sr.Alcántara) y habrá que plagiar la consigna , no sin antes pararse a considerar si ambas cosas, el ahorro y la muerte, no serán la misma.
Existen dos clases de ahorro, como todo el mundo sabe o debe saber, incluso los que jamás han practicado esa virtud, entre los cuales me encuentro. La primera consiste en guardar algo que proceda de gloriosos excedentes y, la segunda, privarse de lo necesario por miedo al día de mañana. Hay ahorros edificados sobre ese pavor que representa renunciar a todo: las copas que antaño nos tomábamos, los viajes que hicimos, limitarnos a mirar lateralmente los escaparates sin comprar producto alguno, Etc...
No es justo demandar este tipo de ahorro a aquellos que no pueden ahorrar por prescindir de lo más vital para la subsistencia, porque sabemos muchos de éstos, murieron la víspera de esa ilusión de la célebre frase: " el día de mañana"
Sobrevivir a nuestro dinero quizás sea más doloroso que superar en años de vida a nuestros parientes octogenarios.La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) le está reclamando al Gobierno español una reforma del mercado laboral. Ya sabemos en lo que consiste esta reforma: cambiar un puesto de trabajo por ningún otro.
Antes quizás tengamos que adoptar la consigna cubana, ahora que Fidel Castro es un zombi, quien ha sacrificado a varias generaciones en nombre de la hipotética felicidad de generaciones venideras. Un soñador culpable de las muchas pesadillas de un pueblo. Nuestra situación no se asemeja por suerte, pero su consigna puede ser adoptada con "retoques" De momento mantengamos el sosiego penando que no hay por qué escoger.

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