viernes, 7 de agosto de 2009

AL SUFRIMIENTO CALLADO




Maldita sea la abeja que el néctar liba a la flor
Para que después de esto, le clave su aguijón.
Sea maldecido el hombre, que goza de una mujer
Para después sin motivos psíquica y físicamente
la maltrate con desprecio y desbordante desdén.
Maldito, ingrato y rastrero por esa cobarde acción
que devuelve en puñetazos lo que percibió en amor.
Y maldita la justicia, que a esto no sabe cesar
dictando un alejamiento, de escasos metros a un "galgo"
que sin el mínimo esfuerzo logra conseguir fin,
que no es otro que dar muerte a quien al contrario que él
merece vivir feliz.



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