sábado, 30 de enero de 2010

PARENTESCO Y PERSONA: DOS CONCEPTOS


Quizás y así lo espero, lo que a continuación voy a escribir pueda servir de aclaración a alguien que como yo, por razones hasta este mismo momento incomprensibles para mi no logre entender como se puede querer y odiar a un miso tiempo a una persona:

Hace exactamente tres días me desplacé para hacer una visita a mi madre, tras escuchar sus reproches,como muchas veces anteriores desde hace años, comencé el retorno a mi casa con malestar, psicológicamente destrozada, preguntándome una y otra vez si merecía la pena estos mis desplazamientos para verla, ya que los mismos me cuestan un malestar generalizado durante semanas. Su forma de ser ya desde mi infancia me han causado sentimiento contradictorios, sin saber cuales eran los que prevalecian ¿ la quiero? ¿la odio? sé deseo su bienestar con todas mis fuerzas, pero también imagino (y digo imagino porque no podría afirmarlo) su fallecimiento sería para mi una liberación mental que no física, pues el mero hecho de recordar todas sus charlas cuando la visito me "enferman" "me duelen" la considero egoísta y no puedo evitar el pensar que cuanto dice y hace es de forma consciente para dañar y tratar de conseguir hacerte culpable de situaciones irreales pues sólo son producto de su mal pensar y descontento consigo misma haciendo realidad el dicho:
Muero, sí... pero matando.

Hoy como casi todos los días, he acudido al gimnasio y una compañera de éste antes de ausentarme para los vestuarios me ha preguntado ¿ que tal está tu ama? mi respuesta: bien, algo alicaída y disconforme pero como no sabe lo que realmente quiere me siento culpable de no lograr entenderla. Desconozco la razón que me ha motivado a mantener una charla con ella y curiosamente en la misma han salido temas de cuando yo era quinceañera y vivía bajo su techo y sin saber porqué o quizás debido a una necesidad imperiosa de soltar lastre que me supera antes de finalizar la charla le he dicho: No sé si soy mala persona pues hablo de mi madre, pero no podría afirmar si la quiero o la odio, necesito y a verla cuando pasa un tiempo, pro no es menos cierto que cundo lo hago me siento incómoda y me ausento con enfado hacia ella y conmigo misma, a lo que me ha respondido:

Tienes que zanjar esa situación, no te beneficia y permíteme te diga, ahora entiendo el porqué muchas veces tu cara refleja tristeza pese a ser una persona extrovertida, quizás no debiera decirte ésto pues es entrometerme en tu vida personal, pero creo debes meditar para librarte de esa lucha interior y sólo se me ocurre decirte que debes saber que los parentescos, padres, hermanos, abuelos, Etc, sólo son conceptos por ello te una el parentesco que te una, debes pensar en los mismos como personas, sólo así podrás entender que por un concepto el "familiar" sea cual sea, sientes enorme cariño, pero serte indiferente o incluso odiar a la persona y he ahí la clave:

Cierto, amo a mi madre con todo mi ser, no quiero pensar el dolor que sentiré cuando ella me falte, pero con igual fuerza odio su persona por considerarla injusta y egoísta en su relación conmigo ya desde la infancia. Y clarificada esta situación me siento más aliviada, sin sentido de culpabilidad cuando muchas veces he pensado que al fallecer ella descansaría yo. Es mi madre, y ésto no lo he escogido yo, la quiero pues por ella existo, pero odio a la persona porque me ha causado y causa daño.

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