SIMILITUD Y DIFERENCIA

Al igual que la luna de día no existo y de noche al igual que ella me encuentro sola, pero con una gran diferencia, ella posee luz propia, luz que sirve de guía para quien gusta de caminar en la obscuridad, luz de la que yo carezco por lo que no puedo guiar a nadie, hacerlo sería aunque de forma involuntaria llevarles a ninguna parte pues carezco de indicación para tomar el camino correcto, ese que todos ansiamos y precisamos y del que cada vez estoy más distante, convencida no llegaré nunca.
Ella, la luna, aunque no siempre hay veces se encuentra con la compañía de estrellas que la hacen veamos más bella si ésto es posible, yo, carezco de esa compañía de forma permanente y si alguna vez he pensado alguien simulando a cualquier estrella se ha posicionado a mi lado para hacerme compañía, su permanencia ha sido mínima, ha estado a mi lado mientras ha creído podría obtener algo de mi y si así ha sido, luego se ha ausentado; de no obtenerlo, igualmente se ha alejado quizás en la certeza que de no obtener lo que demandaba ¿para que seguir al lado de alguien que sabemos siempre estará ahí si la precisamos?

Cuanta similitud y cuantísima diferencia, ambas del género femenino, ambas, cargadas de ilusiones y cada una con su peculiar "belleza" la suya de plenitud constante; la mía a ráfagas y siempre dependiendo de la persona o personas que me miren, no olvidemos todos los ojos no ven ven igual el mismo objeto y escribo bien "objeto" pues eso me considero para esas personas que alguna que otra vez se han brindado a hacerme compañía porque a fecha de hoy si me ciño a la verdad, ni una sola me ha visto como persona con sus defectos y virtudes que si de los primeros tengo muchos quiero pensar de lo segundo no estoy carente.